La calle Alto de Lima congrega a uno de los barrios más tradicionales e históricos de la ciudad de Tacna. Mirando desde la cordillera hacia el mar, está ubicado en el valle medio del río Caplina. Se inicia en los reservorios de la empresa de agua potable, coronado por la espectacular vista de la cordillera del Barroso y del volcán Takora, auténtico apu tutelar de la región Takana; y concluye con la marca donde finaliza el valle medio, donde actualmente se encuentra la iglesia de los sacerdotes franciscanos del “Espíritu Santo”, hermoso templo neoclásico de madera y piedra de cantería del siglo XIX, donde se celebran las principales festividades de “Cruces”, las Carnavales y festividades relacionadas a diversos santuarios religiosos regionales como: el “Señor de Locumba”, la “Virgen de las Peñas”, “Pallata”, etc.

 

Antiguo camino hacia el Alto Perú, hoy Bolivia, por donde ingresó Simón Bolívar a Tacna, el 30 de enero de 1826, adornado sus calles con arcos de flores para homenajear al gran libertador. En sus cuadras, destacan casonas republicanas, colegios, plazas, iglesias; donde se celebran importantes fiestas cívicas: como el homenaje a la mujer tacneña y el paseo de la bandera; los 28 de agosto de cada año, cuando se llena de alfombras de flores el pavimento de sus calles, para dar paso a una gigantesca bandera bicolor, conmemorando el aniversario de retorno de Tacna al suelo patrio, luego de 50 años de permanecer cautivo por un ejército invasor, desde 1880 hasta 1929. Son conocidas sus leyendas durante el Cautiverio Chileno, que relatan el patriotismo de sus mujeres y hombres, quienes de modo clandestino, especialmente en el “callejón de las siete vueltas”, en la intersección con la calle Cajamarca, contribuyeron inclusive con su sangre, a la campaña de mantener el espíritu de peruanidad, previas al Plebiscito que nunca se llevó a cabo.

 

En ese entorno urbano y arquitectónico, se extiende el populoso barrio del Alto de Lima, desde la 1° hasta la 24° cuadra, ubicándose el , en la cuadra o manzana 21, cercano a la intersección con la calle Basadre y Forero, frente al edificio de la ex UGEL de Tacna. Donde “el Grupo de Teatro Deciertopicante” (DCP), ha construido su espacio escénico, en la que fue la casa de la familia Palza Albarracín. Un proyecto de intervención arquitectónica, de una vivienda familiar típica de barro – quincha y techo de mojinete tacneño, de mediados del siglo XX, en un centro cultural independiente y autogestionario, que ha remplazado su fachada de un piso, por un recinto rectangular de seis metros de altura con techo sutilmente ovalado, hecho de material ligero, fusionando paredes de adobe con columnas de fierro, planchas de calaminas y puertas de madera. Cuyo ante proyecto inicial, estuvo a cargo del arquitecto Wilson Arisaca y la ejecución, a cargo de Miguel Moreno. Que es complementado por un chalet de dos plantas, unidos por un pequeño patio interior y escalera de por medio, que conecta el segundo piso con la aireada azotea de la planta superior; donde funcionan los demás espacios del centro cultural como los: talleres, la biblioteca, el comedor, la cocina, los baños, las habitaciones para los artistas residentes, etc. Su logo en tonos rojos recrea la desde la perspectiva occidental (griega) y andina (pacha), que concibe al arte como la búsqueda de la armonía y el equilibrio con las leyes de la naturaleza y el ser humano.

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